Brand ME. Cómo reinventar tu propia marca.
La marca personal es un recurso importante para conseguir reconocimiento y diferenciación. Una buena estrategia consiste en imitar a las mejores marcas comerciales.
La estabilidad laboral de la mayoría de los profesionales ha dejado de estar asegurada. José Manuel Velasco, presidente de Dircom, piensa que tendremos que encontrar clientes que estén dispuestos a pagar por nuestros conocimientos, habilidades y los resultados de las mismas, sin pensar en un puesto de trabajo o en un empleo tal y como lo hemos entendido hasta hoy. La organización para la que trabajas se convierte en un cliente que está dispuesto a requerir tus conocimientos, tus capacidades, tu experiencia y tu esfuerzo, y te ofrece a cambio una remuneración, mediante un contrato laboral o una relación puramente mercantil.
Tu trabajo dependerá de tu capacidad de ofrecer una propuesta de valor diferenciada. Tu éxito profesional va a depender en buena medida de cómo eres percibido y valorado por tu entorno. Es decir, de tu marca personal.
Como expertos en branding, pensamos que el mercado valorará la oferta de un profesional de modo similar a como lo hace con cualquier otro producto o servicio. Por eso, una buena forma de abordar el desarrollo de tu marca personal, el Brand ME del título de este artículo, es analizar cómo se posicionan y gestionan las marcas comerciales de consumo.
Un mercado de tres pisos.
La marca representa y transmite los valores de un producto o servicio. Una marca de éxito lo hace de forma clara, inmediata y sencilla. Cada marca refleja una personalidad particular, con sus propios rasgos distintivos individualizados. Entre estos rasgos, de forma prominente, está el segmento del mercado al que está destinada.
A grandes rasgos, el mercado se divide en tres grandes pisos, a los que llamamos segmentos de mercado. El segmento “low cost” o “hard discount” hace hincapié en los precios competitivos. El segmento “gran consumo”, también llamado “mainstream” o “volume”, busca un equilibrio entre calidad, precio razonable e innovación en variedad y servicio. Por último, el segmento “premium” enfatiza el lujo y la exclusividad.
Estas tres categorías no son completamente herméticas, pero cualquiera puede clasificar de forma inmediata, intuitiva e inequívoca la mayoría de las marcas conocidas en una las tres. Comprueba como encajan mentalmente en estos segmentos marcas como EasyJet, Mercedes, El Corte Inglés, Chanel, Colgate o McDonalds.
Lecciones para Brand ME
Como profesional, es probable que quieras situarte en la parte superior del mercado. Para conseguirlo, tu marca personal debe identificarte con ese segmento de forma tan inmediata e inequívoca como lo hacen las mejores marcas comerciales.
Las marcas, como las personas, son seres vivos y cambiantes en el tiempo. Sin embargo, su percepción está condicionada por su pasado y ligada a un conjunto de experiencias concretas.
La percepción por parte del público de los valores de una marca es el resultado de un ejercicio continuado de comunicación. Como profesional, la gestión de tu marca no es en esencia diferente de la de cualquier producto o servicio comercial. Posicionar tu marca personal en el segmento premium del mercado te obliga a un esfuerzo de reinvención y a una estrategia de comunicación consistente en sus mensajes, coherente en su actuación e inteligente en su estrategia.
En Margen coincidimos con Dorie Clark, consultora experta en personal branding. En primer lugar has de decidir dónde te sitúas y confirmar que tienes los conocimientos y habilidades necesarios. Tenemos primero que “trabajar” nuestra identidad, analizar nuestros principales valores y competencias y no tratar de aparentar lo que no somos. Nuestra marca debe comunicar nuestra propuesta de valor. Para ello, debes construir un relato que explique claramente tu trayectoria, tus valores y tus logros. Por último, tienes que asegurarte de que todo tu entorno profesional conozca el desarrollo de tu marca personal, y reforzar este conocimiento con frecuencia mediante mensajes adecuados que refuercen tu reputación.
Tom Peters afirma que tu marca personal es la promesa que haces al mercado de trabajo y al mundo. Asegúrate de que es lo suficientemente ambiciosa. Pero no olvides que tendrás que cumplirla cada día.